Es muy común oír hablar acerca de la asertividad y de la importancia de ser asertivo pero, ¿sabemos realmente de qué nos referimos cuando utilizamos este término?
La asertividad es un tipo de estilo de comunicación en el cuál una persona expresa sus propios deseos e ideas teniendo en cuenta y respetando a los demás.
A diferencia de la asertividad, existen otros dos estilos comunicacionales: el pasivo y el agresivo.
- El pasivo se caracteriza por no expresar nuestras opiniones o deseos, dejando que otros decidan por nosotros.
- El agresivo consiste en imponer nuestra forma de pensar o lo que queremos, sin respetar que los demás pueden tener opiniones o ideas distintas.
Vía/la.cdnmob.org
Pero, ¿cómo podemos hacer para ser asertivos? Existen algunas pautas para tratar de comunicarse de forma asertiva:
- tratar de que la persona con la que queremos hablar pueda centrar su atención en nosotros.
- ser lo más breve y conciso posible, sin desviarse del tema.
- hablar acerca de hechos concretos no de ideas. Por ejemplo: "el lunes cuando me llevaste al trabajo, me dijiste...".
- describir lo que nos gustaría que hubiera sucedido en lugar de lo que ocurrió.
- expresar cómo nos ha hecho sentir eso que ha sucedido. Por ejemplo: "cuando me dices esto, yo me siento muy triste".
Ser asertivo puede tener unos resultados interesantes, ya que las personas que lo son suelen conseguir con más frecuencia sus objetivos y son capaces de respetarse a sí mismos y a los demás.