No es una tarea fácil diferenciar entre el dolor estructural y el dolor que se produce en los trastornos psicosomáticos.
Como es obvio, no existe ninguna prueba objetiva tal como un análisis de sangre o una radiografía, para identificar si lo que nos sucede es un trastorno psicosomático, en el que las emociones que sentimos en nuestro interior tienen un papel muy importante.
Como es obvio, no existe ninguna prueba objetiva tal como un análisis de sangre o una radiografía, para identificar si lo que nos sucede es un trastorno psicosomático, en el que las emociones que sentimos en nuestro interior tienen un papel muy importante.
Por ello, en la entrada de hoy, os voy a presentar algunos de los signos en los que nos fijamos para poder diferenciar los trastornos psicosomáticos de las enfermedades orgánicas.
John Sarno, profesor de rehabilitación médica de la universidad de Nueva York, es experto en trastornos psicosomáticos y considera que algunos de los signos que debemos tener en cuenta son los siguientes:
- Historial de otros trastornos psicosomáticos.
- Historial de depresión o ansiedad.
- El momento y las circunstancias en las que aparecen los síntomas.
- Síntomas vagos, variables, que se modifican en el curso del trastorno.
- La localización de los síntomas.
- Hipersensibilidad a la palpación de los tejidos blandos.
- Respuesta exagerada ante el dolor.
- Síntomas de parestesia (sensación de hormigueo) y debilidad.
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