Como ya he indicado en las entradas anteriores de este blog, el duelo es un proceso normal y natural ante la muerte de un ser querido.
Por
tanto, las intervenciones en adultos con duelo normal no pueden considerarse
beneficiosas en términos de disminuir los síntomas relacionados con el duelo,
pudiendo llegar a ser incluso perjudiciales (según la Guía de Práctica Clínica sobre
Cuidados Paliativos del Ministerio Español).
Así,
la mayoría de las personas en duelo no requieren asesoramiento psicológico profesional. Sin embargo, la intervención puede ser adecuada ante muertes inesperadas, traumáticas o en personas con poco apoyo sociofamiliar.
En estos casos, el objetivo de la intervención no es "olvidar" al ser querido muerto, sino aprender a vivir sin la persona fallecida, con todos los retos que ello supone. Por tanto, los profesionales tenemos que promover que la persona en duelo se adapte a la pérdida teniendo en cuenta los siguientes factores:
- Fomentar el autocuidado, alimentándose bien, practicando ejercicio moderado, descansando adecuadamente, etc.
- Buscar el apoyo de familiares y amigos, para que la persona pueda expresar cómo se siente. De hecho, cuántas más personas tenga para esta labor, mejor, ya que la idea es no sobrecargar a nadie.
- Darse permiso para vivir y disfrutar de la vida. Aunque la persona fallecida no pueda estar ya en su vida, es recomendable que sigan llevando a cabo las actividades que antes les resultaban placenteras y darse permiso para disfrutarlas.
- Permitirse estar en duelo. Es importante permitirse sentir y estar triste, aunque, en paralelo, la persona siga haciendo actividades positivas, con la finalidad de no aislarse y mantener algo de vida social.
- Evitar tomar decisiones importantes de forma precipitada. En situaciones de intenso sufrimiento, las personas en duelo pueden decidir cosas que más tarde consideran que no fueron acertadas. En caso de que tenga que hacerlo es mejor consultar con personas que puedan ayudarle.
- Planificar anticipadamente cómo pasar las fechas señaladas, pensando cómo y con quién quiere pasarlas.
- No deshacerse de objetos o recuerdos precipitadamente. A veces reciben malos consejos acerca de desprenderse de todo lo que pertenecía al fallecido porque puede resultar doloroso ver esos objetos en alguna ocasión. Por ello, es importante que sepan que no es beneficioso precipitarse en esta tarea.
Muy interesante y útil
ResponderEliminarMuchas gracias.
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