Después de las entradas sobre terapia familiar que he escrito estas dos semanas, varios de vosotros me habéis preguntado qué tipo de familias son las que acuden a nuestras consultas. Aunque no es una pregunta sencilla de contestar, debido a que cada familia es diferente y acude por unos motivos muy personales, hay una serie de casos que suelen presentarse en nuestra puerta para recibir atención psicológica por diferentes motivos.
A modo de resumen, os presento algunos de los casos que nos podemos encontrar en nuestra práctica habitual:
- Generalmente, acuden familias que traen claramente reconocido un paciente identificado entre sus miembros. Esta persona a la que han identificado como la portadora del problema, suele ser uno de los hijos, aunque a veces puede ser también uno de los progenitores. Es muy común que en estos casos, la familia piense que el problema es propio de esa persona que está "enferma" y que ellos no han contribuído de ninguna forma a la aparición de los síntomas o, lo que es más probable, al mantenimiento de los mismos. Alguno de los casos más comunes que podemos recibir de este tipo pueden ser familias en las cuáles el hijo tiene un trastorno alimentario o un trastorno de conducta.
- Otro caso que nos podemos encontrar son familias multiproblemáticas. Entendemos por familias multiproblemáticas aquellas en las que existe una situación de maltrato, drogadicción, aislamiento o desorganización. Aunque estas familias también pueden acudir con un paciente identificado como las anteriores, suele estar más claro que existe un problema a nivel familiar debido a la falta de comunicación entre los miembros de la familia y desorganización de la misma, por ejemplo.
- También es relativamente común recibir familias que acuden tras la separación de los padres. El divorcio de los padres puede ser una situación muy estresante para los hijos y, si no se realiza de forma pacífica, implicando a los niños en el proceso lo menos posible y se les explica en términos que ellos puedan comprender, puede dar lugar a problemas. Sin embargo, tampoco debemos alarmarnos pensando que esto es lo que sucede normalmente.
Aunque existen muchos otros casos por los que podemos atender a una familia en nuestras consultas, he escogido algunos de los que suelo atender con más frecuencia. La próxima semana escribiré de forma más detallada acerca de los casos que implican una situación de maltrato. ¡Hasta la próxima!
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