Generalmente, cuando hablamos de maltrato, a nuestra cabeza viene la violencia física. Aunque cada día oímos hablar más acerca del maltrato psicológico, siendo ya un tema bastante repetido en nuestra sociedad, siguen existiendo problemas para delimitarlo, detectarlo y saber a qué nos referimos cuando hablamos de él.
Juan Luis Linares define el maltrato psicológico
como "la conducta que, por acción u omisión, atenta contra la
integridad psciológica o física de una persona". Según este reconocido
autor, cuando observamos que una persona está siendo víctima del
maltrato físico, también lo suele ser del maltrato psicológico.
Continuando
con el tema de la terapia familiar que hemos comenzado hace unas
semanas, me centraré en el maltrato psicológico familiar, dentro del
cuál existen diversos tipos:
- Deprivaciones: se trata de parejas con relaciones armoniosas entre ellos, pero que han descuidado el cuidado de los hijos. Este subtipo es bastante complicado de detectar, ya que generalmente se suele observar el maltrato cuando es uno de los cónyuges quien da la voz de alarma. En este caso, se trata de personas que se encuentran muy atrapadas en muchas obligaciones y desatienden sus responsabilidades parentales.
- Triangulaciones: suelen ocurrir cuando existen problemas en la relación de pareja de los cónyuges. Debido a ellos, uno de los padres, busca apoyo en uno de los hijos, enviándole mensajes del tipo: "vente conmigo, yo sí que te entiendo" o "si no estás de mi parte, atente a las consecuencias". Estos padres, aunque muy centrados en sus hijos (su salud, su bienestar, su formación...), olvidan que, cuando el hijo escoge ponerse de su parte en contra del otro progenitor, está siendo víctima de esta trama creada por los padres, recibiendo un gran impacto negativo.
- Caotizaciones: en este tipo existe un considerable deterioro tanto en las relaciones de la pareja como con los hijos. En este caso, el problema suele ser más visible y se suele acompañar de unas consecuencias, a nivel psicológico, que pueden llegar a ser bastante importantes.
Aunque
dentro de cada uno de estos subtipos existen grados de gravedad y todos
los casos pueden ser diferentes, debemos tratar de detectar aquellos en los que se está produciendo cualquiera de estos tipos de maltrato y tratar de ayudar a las personas que lo sufren.
Fuente: Linares, J. L. (2012). Terapia familiar ultramoderna. La inteligencia terapéutica. Barcelona: Herder.
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