martes, 31 de diciembre de 2013

Cuando ya no estás...

La publicidad, el árbol con sus bolas y adornos, la decoración con luces de las calles y los turrones en el supermercado, nos avisan de que la Navidad se acerca. Y con ella las reuniones familiares.

Para algunas personas, la Navidad es una época feliz del año. Sin embargo, para otros se puede convertir en una de las más difíciles de afrontar. En concreto, para aquellos que han perdido a un ser querido, estas fechas pueden ser realmente duras.

Carlos Álvarez, psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Conxo (Santiago de Compostela) indica que, "cuando hay una ausencia y, sobre todo, si ésta está muy reciente, las personas deben concederse el derecho de estar tristes en navidades, es algo completamente normal".


Hay varias recomendaciones que podemos seguir en estos casos para que el proceso se desarrolle con la mayor naturalidad posible.
  • Es muy importante apoyarse en familiares y amigos para llevarlo mejor, ya que, aislarse tiende a agravar aún más la situación.
  • Si la persona que se encuentra en pleno duelo tiene que llorar, está bien que lo haga. 
  • No es bueno contener los sentimientos y hacer como que no sucede nada, ya que así es más probable que el dolor se cronifique.
  • Debemos vivir el día a día, tratando de no anteponer lo que va a ocurrir a posteriori.
  • Es útil tener en cuenta que no tenemos que seguir un patrón establecido de celebración, sino que podemos pasarla de la forma que a nosotros nos haga sentir más tranquilos. 
Es importante que recordemos que, en estas situaciones, va a aparecer un dolor emocional que no vamos a poder evitar. Por ello, cualquier hecho que facilite pasar estos momentos especialmente complicados será de gran ayuda para nosotros.

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