martes, 31 de diciembre de 2013

Cuando ya no estás...

La publicidad, el árbol con sus bolas y adornos, la decoración con luces de las calles y los turrones en el supermercado, nos avisan de que la Navidad se acerca. Y con ella las reuniones familiares.

Para algunas personas, la Navidad es una época feliz del año. Sin embargo, para otros se puede convertir en una de las más difíciles de afrontar. En concreto, para aquellos que han perdido a un ser querido, estas fechas pueden ser realmente duras.

Carlos Álvarez, psicólogo clínico de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Conxo (Santiago de Compostela) indica que, "cuando hay una ausencia y, sobre todo, si ésta está muy reciente, las personas deben concederse el derecho de estar tristes en navidades, es algo completamente normal".


Hay varias recomendaciones que podemos seguir en estos casos para que el proceso se desarrolle con la mayor naturalidad posible.
  • Es muy importante apoyarse en familiares y amigos para llevarlo mejor, ya que, aislarse tiende a agravar aún más la situación.
  • Si la persona que se encuentra en pleno duelo tiene que llorar, está bien que lo haga. 
  • No es bueno contener los sentimientos y hacer como que no sucede nada, ya que así es más probable que el dolor se cronifique.
  • Debemos vivir el día a día, tratando de no anteponer lo que va a ocurrir a posteriori.
  • Es útil tener en cuenta que no tenemos que seguir un patrón establecido de celebración, sino que podemos pasarla de la forma que a nosotros nos haga sentir más tranquilos. 
Es importante que recordemos que, en estas situaciones, va a aparecer un dolor emocional que no vamos a poder evitar. Por ello, cualquier hecho que facilite pasar estos momentos especialmente complicados será de gran ayuda para nosotros.

martes, 24 de diciembre de 2013

Cyril Burt y la heredabilidad de la inteligencia

Albert Einstein se refería a la investigación como el "templo" de la ciencia, un lugar consagrado a la búsqueda de la verdad.

Sin embargo, en el caso de que dicho templo exista, las evidencias nos obligan a pensar que ha sido profanado. Y desde dentro. Y es más, ha sido profanado por personas dogmáticas que llegan a engañar. Lo más común, en estos casos, es que procedan de una selección interesada de algunos resultados complemente válidos o se abandonen por completo los intereses científicos en beneficios de otros de índole política o social.

Uno de los fraudes más relevantes del campo de la Psicología fue el cometido por Cyril Burt.
En 1955, Burt y sus colaboradores publicaron cinco estudios en los que demostraban que el coeficiente intelectual de los gemelos idénticos es el mismo cuando los gemelos viven en el seno de la misma familia que cuando fueron separados al nacer y educados dentro del seno de diferentes familias. 

Foto cortesía de Mario Otero

Sus resultados fueron contundentes y ningún otro investigador fue capaz de encontrar y estudiar tal número de gemelos idénticos separados desde el nacimiento y desarrollados en diferentes ambientes. La conclusión indisputable fue que la inteligencia se hereda y se transmite genéticamente.

El único y pequeño problema fue que, ¡los impresionantes hallagos de Burt eran fraudulentos! 
Casi 20 años más tarde, y después de la muerte de Burt, Leon Kamin, notó que las correlaciones del coeficiente intelectual de los trabajos publicados por Burt se mantuvieron constantes a través de los diferentes estudios, con diferente número de sujetos, un verdadero milagro estadístico. 
Años más tarde, se publicó en prensa que el mismo Burt había inventado a varios de sus colaboradores del estudio, los señores J. Conway y M. Howard, y que fabricó algunos de sus datos.

Y aunque este fraude puede parecer un hecho aislado, la realidad es que no lo es. Sólo en Estados Unidos, en un estudio realizado en el año 1992, 1500 investigadores han sido considerados como sospechosos de haber cometido algún fraude. Dato que es, si cabe, mayor, cuando nos estamos refiriendo a la investigación en las ciencias de la salud y la vida, posiblemente por su importancia económica y repercusión emocional. 

martes, 17 de diciembre de 2013

Cuando las ideas llueven...

Una de las técnicas más populares de creación de nuevas ideas es el Brainstorming, también llamado tormenta de ideas o lluvia de ideas.

Esta herramienta se creó en el año 1938 por Álex Osborn, como una técnica creativa para desarrollar en grupo. Su objetivo es buscar el mayor número de alternativas posible para resolver un problema, debido a que es muy importante tener opciones para escoger la solución final.

El Brainstorming se fundamenta en 4 reglas básicas:
  • Suspender el juicio. No se permite criticar ninguna idea, por absurda que pueda parecer en un primer momento.
  • Pensar libremente. Se permiten todo tipo de ideas, hasta las más disparatadas. Se considera que, sino aparecen ideas extrañas, no se está realizando bien.
  • La cantidad es importante. A mayor número de ideas propuestas, mejor resultado se obtendrá, ya que existe más probabilidad de encontrar una buena. Además, al inicio suelen darse las ideas más lógicas, por lo que a medida que pasa el tiempo, es más probable que se aporten otras más originales.
  • El efecto multiplicador. Todo participante puede añadir ideas propias, pero también puede matizar las que emita cualquiera de sus compañeros.

Es fundamental que en el grupo exista un ambiente relajado, ya que los juegos de creatividad funcionan mucho mejor cuando sus participantes están relajados y disfrutando de un momento agradable. 
Por ello, esta técnica se inicia con una fase de calentamiento, en la cuál los participantes del grupo realizan una lista de elementos en función de un criterio que se propone. Por ejemplo, decir todas las palabras que se les pasen por la cabeza en relación a un tema.

El paso final será volver a reunirse todos los miembros del grupo para valorar y evaluar las decisiones que se han propuesto.

martes, 10 de diciembre de 2013

"Lo más importante, el amor"

Harry Harlow fue un conocido psicólogo americano que se interesó por el estudio del apego y las relaciones de separación entre madres e hijos. A través de sus estudios, demostró la importancia del apego en el desarrollo cognitivo y social de las personas.

Por ello, comenzó a estudiar dicha relación en su laboratorio con monos rhesus. En su experimento, Harlow separaba a los monos rhesus bebés de sus madres biológicas y los ponía en una jaula con dos madres "sustitutas". 

La finalidad del estudio era conocer qué provoca realmente el vínculo entre una cría y su madre: el ser una fuente de alimento o el ofrecer calor y protección. Por tanto, diseñó dos madres con diferentes características. Una de ellas estaba hecha de hierro, pero tenía un biberón con leche para alimentar a la cría, mientras que la otra estaba cubierta de felpa y no disponía de alimento.

Los resultados del experimento fueron un tanto impactantes. Los bebés preferían las "mamás con tacto de felpa", frente a las "mamás de hierro" que les podían ofrecer alimento. Los monos pasaban gran parte del tiempo agarrados a las "mamás de felpa" buscando su contacto y protección. Solamente se acercaban a la "mamá de hierro" para recibir el alimento, volviendo rápidamente al contacto cálido de la otra mamá.

En una segunda parte del experimento, se añadió un elemento que producía miedo a los monos. Cuando este estímulo se introducía en la jaula, los monos se abrazaban fuertemente a la "mamá de felpa", que les proporcionaba protección.

Os dejo el enlace de un vídeo para que podáis ver las imágenes de los experimentos de Harlow. Aunque su ética sea dudosa, han pasado a la historia por su contribución al estudio del apego en la Psicología.

Experimentos de Harlow.

martes, 3 de diciembre de 2013

Dexter, ¿un psicópata moral?

Es curioso como Dexter, un psicópata, puede convertirse en una persona a la que sigamos con interés, que podamos experimentar estrés, mientras lo vemos en la pantalla, y pensemos que "esta vez lo pueden coger...".

Y es que Dexter, cuando sale de su trabajo como forense especialista en el análisis de manchas de sangre, mata a gente. Pero no a cualquier persona. Dexter tiene un código (el Código de Harry) que le ha enseñado su padre mediante el cuál decide "quién merece morir". Según dicho código,  sólo puede matar a personas que sean culpables de algún crimen.

Gracias al entrenamiento llevado a cabo por Harry, su padre, Dexter consigue un cierto control sobre sus impulsos asesinos y aspira a una vida que sus compañeros y familiares perciban como normal. Por ello, su vida se encamina a la creación de una vida ficticia que esconda su verdadera naturaleza,  teniendo como primer principio básico que no te cojan.


Uno de los aspectos más increíbles de la serie es que, sin duda, fomenta una rápida identificación con el protagonista por parte del espectador, al que no le cuesta demasiado esfuerzo hacer suyas las tesis que sostiene este personaje.
Además, hay otros muchos aspectos que nos sorprenden de este especial personaje: a pesar de ser un asesino en serie, es capaz de proteger a su hermana, preocuparse por ella, tener relaciones personales íntimas con las personas, cuestiones que no suelen ser comunes en los psicópatas.

Por estas razones y otras muchas más, Dexter entra en nuestras casas y se convierte en un personaje del que hasta podemos oír comentarios como "me encanta Dexter"; sea moral o no su conducta.