A lo largo de la historia de la Psicología se han realizado numerosas investigaciones para tratar de conocer cuáles eran los factores que explicaban por qué la psicoterapia era efectiva.
Hans Eysenck realizó uno de estos estudios en 1952. Sus conclusiones cuestionaban la eficacia de la psicoterapia, indicando que el tratamiento psicológico no conductual no era eficaz. Además, llegó a afirmar que el efecto de la psicoterapia era inferior incluso al de la remisión espontánea de las personas que no recibían ningún tratamiento psicológico. Obviamente, los trabajos de Eysenck fueron muy criticados por la comunidad científica, haciendo referencia a los problemas metodológicos de dicha investigación.
Sin embargo, estas conclusiones sirvieron de revulsivo para tratar de demostrar que la psicoterapia sí era eficaz. A partir de este momento se produce un gran volumen de investigación en torno a este tema.
Foto por cortesía de Mario Otero
Uno de los trabajos más destacados ha sido el de Lambert, en 1986, quien concluyó que el cambio que experimenta el paciente cuando acude a psicoterapia se debe a diferentes factores:
- Factores extraterapéuticos: hacen referencia a aquellos factores que dependen del paciente y su contexto, independientemente de la psicoterapia. Algunos de estos factores son: la motivación, la gravedad del trastorno que presenta, su habilidad para relacionarse con otras personas, etc. Representan el 40% del cambio total.
- Factores comunes: entendemos por factores comunes aquellas variables que comparten todas las formas de psicoterapia. Algunos ejemplos pueden ser tener una buena relación terapéutica o la atmósfera de apoyo que se forma en el contexto de la terapia. Son el 30% del volumen del cambio.
- Técnicas aplicadas: las técnicas son los procedimientos específicos con los que se trabaja en cada tipo de psicoterapia. Hacen referencia al 15% del cambio total.
- El efecto placebo: el efecto placebo en psicoterapia se entiende como las expectativas que tiene el paciente acerca de ser ayudado o no. Supone el 15% restante.
En conclusión, podemos observar que el 55% del cambio total (un 40% de variables del paciente y un 15% de sus expectativas de cambio) depende de factores ajenos a la psicoterapia misma, siendo, por tanto, el paciente el que más aporta a que se produzca dicho cambio. Sin embargo, el 45% restante depende directamente del tratamiento psicoterapéutico que está llevando a cabo el profesional y de que sea capaz de crear las condiciones idóneas y una relación con el paciente adecuada para propiciar dicho cambio.
Fuente: Feixas, G. y Miró, M. T. (1993). Aproximaciones a la Psicoterapia. Barcelona: Editorial Paidós.
Fuente: Feixas, G. y Miró, M. T. (1993). Aproximaciones a la Psicoterapia. Barcelona: Editorial Paidós.